La Masacre de Trujillo ocurrida en el Municipio entre 1986 y principios de la década del 2000, fue uno de los eventos que marcó el inicio del conflicto armado que afecta a la población trujillense. Este terrible suceso despertó en nosotras la necesidad de comprender las causas subyacentes y las consecuencias de los eventos violentos que no concluyeron con la masacre, sino que persisten en el silencio como una amenaza constante para la integridad de los habitantes de Trujillo.
Motivadas por esta urgencia, decidimos trazar una línea de tiempo que abarcara el periodo comprendido entre 1986 y el año 2017 – año posterior a la firma de los Acuerdos de Paz. Nuestro objetivo inicial era realizar un recuento histórico detallado del conflicto armado en Trujillo para evaluar en qué medida se han cumplido las garantías otorgadas a las víctimas. La línea de tiempo que hemos desarrollado es uno los nervios centrales de nuestra investigación en la medida en que nos ofrece una visión integral del suceso en dos niveles: nacional, porque muestra los sucesos ocurridos en Colombia; local, pues revela las dinámicas específicas del conflicto en Trujillo en ese periodo. Así, al combinar ambos contextos históricos, tenemos una base sólida para entender la evolución de los eventos y examinar las implicaciones del conflicto armado para buscar vías de reconciliación y paz duradera en la región.
Al ser nuestro objetivo el establecer conexiones entre los acontecimientos, identificar patrones de violencia y destacar diferencias significativas, en las fuentes de información consultadas encontramos periodos de tiempo en los que el panorama nacional no se vio tan afectado por el conflicto armado, mientras que, en Trujillo, por el contrario, se experimentaba intensamente una ola de violencia provocada por grupos al margen de la ley.
Gracias a la línea de tiempo, hemos logrado profundizar en las complejas dinámicas sociales, culturales, económicas, políticas y de violencia que afectan a Trujillo. También, logramos obtener una visión más holística y detallada del conflicto armado, sus múltiples facetas y las variaciones geográficas en su manifestación. Así evidenciamos, por una parte, las persistentes dinámicas de una sociedad que ha sufrido las consecuencias del conflicto armado durante más de cincuenta años. Por otra, reconocemos que los esfuerzos por alcanzar una paz estable y duradera no han sido suficientes. A pesar de la firma del Acuerdo de Paz, las víctimas de la masacre de Trujillo se sienten desprotegidas, olvidadas y sumidas en la impunidad. Lamentablemente, sus garantías como víctimas no se cumplen a cabalidad. Esta realidad genera un profundo temor no solo por sus vidas, sino también por la posibilidad de que una tragedia como la masacre de Trujillo se repita en el futuro.