Tener la habilidad para identificar patrones en la historia de la violencia que ha vivido nuestro país es un deber que hoy tenemos todos los que hacemos parte de la academia. Así es como desde el inicio de nuestra carrera, en ocasiones sin ser conscientes, iniciamos la labor de narrar la memoria del municipio de Trujillo, Valle del Cauca. Los espacios de escucha con víctimas de La Masacre de Trujillo, visitas colectivas y privadas al Parque Monumento a la Víctimas, y conversaciones con diferentes actores del Municipio, nos hacían notar que esta historia de Trujillo necesitaba ser contado no sólo desde su pasado sino también desde su actualidad.
Nos dimos a la tarea de revisar no sólo las referencias bibliográficas con las que cuenta Trujillo en sus 100 años de historia, sino también los vacíos y dudas que podrían ser resueltas por medio de un café con campesinos o con las mismas víctimas.
En cada acercamiento surgía una nueva duda: ¿por qué sólo turistas visitan el Parque Monumento? ¿Por qué en medio de la celebración de los 100 años del Municipio la Administración Municipal decide minimizar el periodo de tiempo en el que transcurrió la Masacre? ¿Por qué tantos murmullos y comentarios de alerta para que la comunidad no visite la zona rural?
En este punto ya conectábamos los rumores callejeros frente al pánico de subir a La Sonora, Morabito o hasta el mismo Trujillo por parte de turistas. Decidimos consultar el municipio vía internet con la intención de buscar noticias, decretos de la Administración Municipal o alguna fuente de información que nos permitiera ahondar un poco en términos de seguridad. El resultado fue la obtención de dos Alertas Tempranas expedidas por la Defensoría del Pueblo: una etiquetada con el código 058 de 2018, la otra con el 022 del 2019. En ambos documentos se expone en detalle la situación de riesgo poblacional ante la presencia de Los Rastrojos, el ELN, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia o Clan del Golfo y disidencias de las Farc-EP, grupos ilegales que en el pasado estuvieron involucrados en La Masacre de Trujillo.
Como se lee en la Alerta Temprana No. 058-2018:
“Desde enero de 2018, habitantes de las zonas rurales de media y alta montaña han expresado su temor por el incremento en la presencia de personal armado que presuntamente estuvo bajo el mando de Carlos Enrique Salazar conocido con el pseudónimo de “Guerrero”, desaparecido excomandante militar de Los Rastrojos en la zona de influencia del Cañón de Garrapatas. Los integrantes de este grupo armado están ejecutando presiones violentas y por la vía de las armas para reactivar su participación en economías ilegales mediante la extorsión y el narcotráfico. Ya los pobladores han sido objeto de coacciones para el pago de sumas de dinero, amenazas de muerte, desplazamientos forzados e intentos de reclutamiento forzado y utilización ilícita de niños, niñas y adolescentes”. (p.3)
A través de las Alertas tempranas logramos identificar los actores institucionales a los que debíamos acércanos. En este sentido, contactamos a la secretaria de Gobierno del Municipio, la Dra. Piedad Liliana Benítez. Con ella nos reunimos el día 7 de enero del 2023. También, a través de correspondencia certificada, solicitamos un espacio de entrevista con el Teniente Coronel del batallón de Ejército de alta montaña No. 10, Edwin Andrés Cogua y con el Teniente Coronel del comando de Policía Distrito Tuluá, Hernán Meléndez Díaz, pero no se obtuvo ninguna respuesta. Respecto a la Defensoría del Pueblo, realizamos una entrevista a un funcionario – entrevista que no pudo ser grabada y se reserva el nombre de la fuente como forma de protección, debido a que los funcionarios públicos de esta entidad no están autorizados para brindar información a particulares. Por último, contactamos con la Personera Municipal, la Dra. Angélica María Trujillo, encargada de la vigilancia al cumplimiento de quienes desempeñan funciones públicas que involucran la protección y promoción de los derechos humanos – ella representa el órgano estatal que, en cierta medida, hace las veces de vigilancia local de la mano de la Defensoría del Pueblo respecto a las Alertas. La conversación con ella fue otra pieza clave para nuestra investigación.
Los líderes sociales serían los próximos actores por escuchar. Gracias al carácter vivencial de experiencia dialógica y colectiva, y a la forma en la que deseábamos recoger la información, elegimos la cartografía participativa para interactuar con ellos y así tener un medio más que contribuyera a la expansión de la narrativa transmedia.
Sorprendentemente el contacto con los líderes sociales no fue una tarea fácil, debido a que en las veredas en donde residen algunos no cuentan ni con señal telefónica ni de internet. Por eso decidimos solicitar información a la Alcaldía Municipal para que, a través de las Juntas de Acción Comunal, nos fuera posible contactarlos. Nos entregaron una tabla de Excel con nombre y números de teléfonos desactualizados que jugaron en nuestra contra. Por fortuna Trujillo es pequeño, y los sábados la comunidad rural baja a la cabecera para realizar diligencias médicas y personales. Así nos apalancamos para hacer la invitación a participar del espacio. Conseguimos que se presentara un representante de las veredas La Sonora, Monteloro, Maracaibo y los representantes legales de dos asociaciones de víctimas del municipio, AFAVIT y ASOVITPAZ. Teníamos entonces agendados a seis líderes sociales.
El espacio de cartografía se realizó el sábado 11 de febrero del 2023, en horas de la mañana, en la Institución educativa Julián Trujillo. El espacio brindó privacidad para la toma de audio que deseábamos realizar. Al final de la experiencia de la cartografía, también preguntamos a los participantes: ¿Creen posible el cumplimiento de la promesa del Estado Colombiano sobre la No repetición frente a los hechos violentos perpetrados en el municipio de Trujillo- Valle? Todos respondieron: “No”.
Empezamos a plantear un relato central que recoja toda la información recopilada y que cumpliera la función de eje central de hilos conductores que cuenten nuestra historia, la cual implicaba tanto la creación de los perfiles de aquellos actores sociales/personajes indispensables para el entendimiento de la trama, como el entrecruce de formatos que utilizamos en la recolección de información y para la expansión de la narrativa.
Iniciamos con la escritura de una crónica sobre la celebración de los 100 años de vida municipal y la lucha por la memoria de las víctimas en el municipio de Trujillo. Ese evento es importante en la medida en que las Administraciones municipales de los últimos años han decidido promocionar un discurso sobre Trujillo como municipio de altas potencialidades turísticas – aunque se oculte la voz de las víctimas, pues no es deseable que los visitantes lleguen con miedo a pasear en un lugar potencialmente riesgoso por la presencia de grupos ilegales…
Si en un primer momento planteamos la realización de la línea de tiempo y nos concentramos en un diseño expansivo elaborado con la aplicación Genal.ly de modo que pudiéramos vincular podcasts, documentales, noticias, fotografías y páginas web que permiten seguir ampliando la historia de Trujillo desde 1986 hasta el 2017; ahora, en un segundo momento, debíamos digitalizar el ejercicio de cartografía realizado con los líderes sociales.
Conseguir el diseño de un mapa que fuera fácil de llenar con las convenciones que les suministramos a los líderes y una breve descripción de los puntos a ser señalados, fue una tarea difícil. La digitalización de la información se dificultada cuando las plataformas presentaban variaciones en el diseño al ser ancladas a una página web o empezaban a generar costos adicionales conforme se requería llenar de más información.
Sin embargo, a través de WordPress, lo que hicimos fue subir como mapa el mismo diseño que creamos para la cartografía con los líderes – el cual es un gráfico de trazos simples que combina con los colores utilizados en cada una de las convenciones –, y lo anclamos directamente a una de las páginas de nuestra investigación para que se pueda navegar de manera fácil y rápida por la visión que tienen los líderes sociales del municipio de Trujillo. Al sobreponer un mapa sobre otro, logramos que el prosumidor pueda reconocer que los puntos donde se presentaban riesgos poblacionales en el pasado siguen demarcándose como espacios de riesgo identificados.
Sabemos que el formato radial es el medio que más se consume en la población rural y por ello también supusimos que era la plataforma adecuada a explorar, pues hablar sobre grupos al margen de la ley implica también ciertos riesgos no solo para nosotras sino para los entrevistados.
Con la intención de tener más conocimiento acerca del material que utilizaríamos para los podcasts, nos dimos a la tarea de transcribir cada una de las entrevistas y conversaciones con los líderes. Queríamos cumplir con el objetivo de hacer el contraste de la información entre la voz institucional y la vox de los líderes sociales. Por ello construimos dos guiones, uno que aborda la temática de seguridad y otro sobre la promesa de No repetición. Cada podcast ofrece un relato independiente el uno del otro para una mayor cobertura y entendimiento del problema social que estamos evidenciando.
Sin embargo, no queríamos quedarnos ahí y logramos concertar un espacio de escucha en el meridano informativo de la Emisora Comunitaria La JStereo 99.4 del municipio de Trujillo, Valle. El capítulo 2 que se concentra en hablar sobre la Promesa de la No repetición de los hechos violentos para el Municipio, fue transmitido a través de la Emisora el día 26 de mayo del 2023. Así sentíamos que estábamos cumpliendo con uno de nuestros objetivos: que la población campesina Trujillense que sólo tiene acceso a la radio local como instrumento para recibir información, pudiera escuchar y participar.
Para finalizar, el 2 de junio, tuvimos la oportunidad de asistir al segundo encuentro de tesistas, realizado por la Universidad del Valle, sede Buga como parte de la búsqueda de ampliar visiones que aporten a esta narrativa que busca ampliarse en la medida de sus posibilidades. Concursamos como trabajo de grado en curso, buscando que esta oportunidad nos permitiera saber si teníamos vacíos en nuestra investigación o si estamos listas para presentarla ante nuestros evaluadores, dado que fueron personas que diferentes carreras a la de Comunicación Social quienes nos evaluaron y lograron entender perfectamente la finalidad de nuestra investigación, visibilizando el cumplimiento de cada uno de nuestros objetivos y felicitándonos por el importante aporte a la memoria de un municipio que refleja la historia de un país que ha escrito su historia a través de la sangre y el dolor de los inocentes.
Nuestra apuesta más grande en temas de expansión y participación del usuario es nuestra red social Cultivando Memoria, en la que los usuarios, una vez registrados, se apropien de ese espacio de opinión a través del envío de texto, imágenes o adjuntando enlaces a otras plataformas en los que ellos crean que se puede seguir aportando a esta narración.
Para concluir esta fase de nuestra historia como investigadoras, nos gustaría dejar en claro que consideramos que nuestro proyecto de “narrativa transmedia” es justamente eso: un proyecto de narrativa mediática que continúa en desarrollo. Actualmente contamos con herramientas y espacios limitados para cumplir ampliamente con el ejercicio de expansión e interacción con nuestro usuario final. Pero ello no significa que nos hayamos alejado de nuestros objetivos, pues desde el inicio de la investigación nos hemos guiado por un plan que nunca perdimos de vista: concentrar todas las formas posibles de cooperación en la recopilación y posterior publicación de la información suministrada por asociaciones de víctimas del municipio, instituciones públicas y líderes sociales, todos ellos, usuarios a los que quisiéramos ofrecerle un espacio mediático y seguro para conocer la historia de su Municipio y aportar conscientemente en su futuro.
Soy vallecaucana orgullosa. Mi vida ha sido tejida por la música, por eso, voy por el mundo capturando momentos que narren la esencia, las emociones y las sensaciones más profundas a través de los sonidos. Pero mi pasión por lo sonoro no es lo único que me define. Soy amante de los animales y he dedicado gran parte de mi tiempo y esfuerzos a proyectos que buscan generar un impacto positivo en las comunidades más vulnerables.
Trujillense por adopción. Estudiante de Comunicación social y periodismo de la Universidad del Valle.
Parlanchina, alegre y apasionada por generar trabajos con comunidades rurales, juveniles y víctimas del conflicto armado colombiano con quienes se plasmen estrategias de movilización social y democratización de los saberes desde la producción sonora y audiovisual.